Convirtámonos en cultivadores de paz interior

P. Orlando Pérez 14 Agosto 2021 08:00
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Demócrito (460-30 a.C.), veía el sentido de la vida no el goce sensible, sino en el permanente bienestar del alma (authymia). Yo la traduzco como “bienestar del alma o paz interior”. Que bonito sería que todos nos convirtiéramos en cultivadores de paz interior por doquier.

Si revisa el libro de su vida se dará cuenta de que hay páginas un tanto manchadas por los sinsabores y problemas que tuvo con gente cercana y no tan cercana a usted. Gente que decía que lo amaba, pero que era como una moneda, es decir, de dos caras. Piense en esas personas que le han hecho daño o le han herido a lo largo de su vida. ¿Qué piensa? ¿Qué siente?

Dependiendo de los pensamientos y sentimientos que generen en usted esas personas, así será el plan de sanación que debe iniciar lo más pronto posible, para no amargarse la vida por personas que ya no están con usted físicamente, pero que con tan sólo recordarlas le despiertan ira y resentimiento.

El reto está en comenzar un proceso de sanación y superación de ese daño causado hace años. No podrá tener bienestar en su alma, si no saca de su mente ese montón de pensamientos y sentimientos negativos acerca de esas páginas oscuras del libro de su vida.

El primer paso para perdonar consiste en que reconozca que ha cometido errores, y se perdone así mismo. Nadie es perfecto, por lo que debemos aceptar que hemos cometido errores, pero que tenemos la habilidad para reconocerlos, integrarlos y poder recordarlos sin que nos hagan daño. Perdónese sus estupideces. Aprenda de ellas, para no volverlas a cometer nuevamente. Pero no se quede estancado en ellas.

Es importante perdonarse, porque si cada uno no logra alcanzar esa paz interior que los otros le robaron, entonces difícilmente podrá perdonar a quienes le han ofendido. No es nada fácil, pero vale la pena. Porque la vida es corta; nadie sabe el momento en el que Dios nos llamará, y qué triste sería despedirse de este mundo sin nunca haber tenido paz interior y un constante bienestar del alma y del espíritu.

Recuerde que “con el odio o el rencor no conseguimos ni cambiar el pasado ni a la persona que tanto daño nos hizo. En la mayoría de los casos, lo que sucede es que nos inmoviliza, nos impide ser nosotros mismos, pues nuestra energía está destinada a odiar, a hacernos daño a nosotros mismos, aunque la intención sea dañar a otros”, (Tierno, 2004, pág. 256). Lo que se quiere es que invirtamos nuestra energía en nosotros mismos, no en los demás.

Y sí es posible llegar a sentir paz interior y bienestar del alma aun teniendo al enemigo cerca. Esta capacidad de poder estar cerca de los judas requiere de dos cosas: una buena inteligencia emocional y de una relación profunda con Dios a través de la oración mental personal. Sin estos dos medios es casi imposible.

Porque una “persona inteligente aprende de sus errores; una persona sabia aprende de los errores de los demás”, (Cury, 2016, pág. 120). Definitivamente no hay que encariñarse con las piedras que nos hacen daño; hay que soltarlas, dejarlas ir. Sería tonto, tropezar una y otra vez con la misma piedra.

Las personas que le hicieron daño en el pasado, son modelos de cómo usted no debe ser y actuar. Y Jesús es el modelo de cómo usted y yo debemos actuar siempre. Jesús afirma que hay que perdonar setenta veces siete, es decir siempre. Y la pregunta de Pedro tiene sentido ¿Cuántas veces tengo que perdonar a quien me ofende? ¿Hasta siete veces? Y lo dice porque según la ley judía usted estaba obligado a perdonar hasta cuatro veces; luego ya no, (Mt 18, 21-19, 1).  

Jesús es el modelo del perdón. Por lo tanto, hable de amor con Él, para que usted pueda tener la capacidad y la habilidad de perdonar. Perdonémonos de corazón y perdonemos de corazón a todos los que nos han hecho daño a lo largo de nuestra vida. La reconciliación consigo mismo/a y con los demás, le darán paz interior.


P. Orlando Pérez

Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.


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Carta de un adulto a Santa en Navidad

Ahora de adulto, solo quiero decirte que no se me olvidó escribirte, sino que ahora esa carta es diferente.

Vilma del Rosario Xicará 24 Diciembre 2025 16:15
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No sé si de niño te pedí mucho o te pedí poco. Tampoco sé si creía en algo más. No sé que tanta ilusión tenía, ni sé qué esperaba de la vida y de las personas, porque nunca me lo cuestionaba, creo que la vida de un niño es así. Recuerdo no haber necesitado mucho para que la vida me pareciera increíblemente mágica.

No recuerdo cuándo dejé de hacer cartas o cuándo dejé de colocar una bota en el árbol para que apareciera llena. Sólo sé que el recuerdo de todo eso, me endulza la vida. Si algo recuerdo es que era una época en la que los sueños se cumplían y que la gente podía tener momentos felices.

En fin, ahora de adulto, solo quiero decirte que no se me olvidó escribirte, sino que ahora esa carta es diferente. Hoy no te pediría nada que se pueda comprar con dinero. Hoy quisiera volver a creer como cuando era niño - en las personas, en los milagros y en que el mundo puede ser mejor.

Hoy quisiera que la Navidad realmente fuera el nacimiento del Hijo de Dios dentro de mí, que sea la oportunidad para comenzar de nuevo, para reflexionar en la manera de ser mejor.

Solo eso quisiera pedirte, y si además de eso, ves mi bota vacía, llénala de bendiciones y haz que está Navidad sea realmente mágica para mi y mi familia”.

P. D.  Santa si existe y lo pude conocer este año a través de Dios.
Parafraseado de Christmas House Akureyri



 


Vilma del Rosario Xicará

Con más de 20 años de experiencia en finanzas, auditoría pública, impuestos y rendición de cuentas. Docente universitaria, Contadora Publica y Auditora, y Dra. en Auditoría Gubernamental y Rendición de Cuentas y Transparencia en la función pública.


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OpiniónNavidad

Palabras de motivación para cerrar el año

Mirar hacia el nuevo año desde la inteligencia emocional no implica prometer una vida perfecta, sino comprometerse con una relación más sana con uno mismo.

Crysta Nowell 23 Diciembre 2025 09:08
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Estamos a pocos días de terminar el 2025, y el cierre de año conlleva un examen de lo que hemos logrado y en lo que hemos fallado. Seguramente muchos empezamos el año con distintos propósitos, pero no todos fueron cumplidos y esto puede frustrarnos cuando hacemos esta evaluación y recuento de los logros.

En medio de una nueva lista de propósitos y en donde aparezcan de nuevo algunas metas que venimos arrastrando y que no logramos cumplir, recordemos que terminar cada año y empezar uno nuevo no significa cumplir a la perfección la lista con cada uno de los logros, sino que los logros que cumplimos fueron a conciencia, con aprendizajes que nos dejaron marcados y con un acto de amor propio.

Motivarse a sí mismo no significa juzgarse y negar lo que fue difícil en este año; también requiere reconocer lo que sentimos y validar nuestras emociones con lo que vivimos. Además, es abrazarnos y mirarnos con compasión y reconocernos porque al menos lo intentamos, que el miedo no nos detendrá en el próximo año y seguiremos trabajando.

Para este cierre de año, una palabra importante es la aceptación, lo cual no significa resignarse, sino reconocer que debemos hacer más, cambiar las estrategias y las herramientas para que en el 2026 sí logremos esa meta propuesta.

En estos últimos días, es tiempo de autorregularse, disfrutar de la familia y amigos, descansar, celebrar, aceptar, reconocer, evaluar, sonreír, sentir paz, agradecer, fortalecerse e impulsarse para iniciar el próximo año con motivación.

Algo importante es tener propósitos realistas, entendiendo que ya fallamos y aprendimos, que tenemos mayor conciencia emocional, nos conocemos mejor y sabemos que no somos perfectos, sino más auténticos.

Mirar hacia el nuevo año desde la inteligencia emocional no implica prometer una vida perfecta, sino comprometerse con una relación más sana con uno mismo: escuchar las emociones, poner límites, pedir ayuda cuando sea necesario y celebrar pequeños avances.


Crysta Nowell

Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.


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OpiniónAño Nuevo

Cuando Dios eligió la fragilidad

Dios sigue eligiendo nacer entre nosotros y en especial dentro de nosotros.

Edwin Ibarra 23 Diciembre 2025 08:56
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Cada año que pasa, cada decada que transcurre, siempre hablamos del nacimiento de el Salvador como una escena de mucha luz: visualizamos pastores, ángeles, cánticos, celestiales; pero pocas veces nos detenemos a hacer una pausa en lo verdaderamente impactante del acontecimiento: y esto es, que Dios no irrumpió el silencio con fuerza, sino a través de la vulnerabilidad. No eligió un trono magnánimo, sino un cuerpo, vulnerable, frágil; no una ciudad amurallada, sino un margen olvidado. El nacimiento de el Salvador no fue un espectáculo celeste, sino una interrupción silenciosa en la historia humana.

En este mundo actual, obsesionado por la grandeza, por el reconocimiento, Dios comenzó como un grano de mostaza, con algo pequeño. En un tiempo donde el poder se imponía con violencia, decidió hacerse dependiente, vulnerable, frágil. El mensaje no estaba solo en lo que Jesús diría después, sino en cómo llegó: necesitando brazos, abrazos, alimento, cuidado. Tal como lo anuncia el ángel: “No teman; miren que les traigo buenas nuevas de gran gozo… Hoy les ha nacido un Salvador” (Lucas 2:10-11). La buena noticia no fue una idea, fue una vida.

Ese nacimiento cambió la forma de entender lo humano. Si Dios asumió nuestra carne, entonces lo cotidiano, Sí, importa: el cansancio, la duda, el trabajo, la mesa compartida, las lágrimas. La fe dejó de ser una escalera para tener una mente escapista del mundo, al contrario, se convirtió en una manera de habitarlo, con sentido. “Y el verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros“ (Juan 1:14). No nos habló desde una distancia estratosférica; decidió vivir dentro de nuestra historia, a la par nuestra. 

El impacto del nacimiento de El Salvador, sigue siendo incómodo. nos recuerda que la esperanza no siempre llega envuelta en éxito, lo transformador suele nacer en silencio, apartado, en la clandestinidad; y que la dignidad humana no depende de la fuerza, sino del amor. Celebrar la Navidad, entonces, no es repetir una tradición, sino atrevernos a creer que incluso hoy, en nuestra fragilidad, Dios sigue eligiendo nacer entre nosotros y en especial dentro de nosotros.

¡Feliz Navidad!


Edwin Ibarra

Médico Especialista en Cardiología y Ecocardiografía. Coach, conferencista y entrenador certificado por el Programa de John Maxwell, Pastor de la Red de Empresarios y Profesionales de Iglesia Bethania Quetzaltenango. Fundador de los Proyectos “Sanando el Corazón” y “Discipulado Empresarial 20/20”.


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OpiniónNavidad

Combinaciones con intención en esta navidad

Carol Contreras 22 Diciembre 2025 15:00
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La Nochebuena está llena de emociones, preparativos, comidas especiales y momentos de convivencias con la familia y amigos cercanos, pensamos en la cena, los acompañamientos, los regalos y dinámicas para compartir, pero también pensamos en ¿cuál será el atuendo o “estreno” navideño? Y sí, sigue siendo algo importante y emocionante, utilizar una prenda o accesorio que haga sentir que es el complemento ideal para la Nochebuena.

Te comparto ideas de tendencias que puedes considerar para tus looks navideños:

• Texturas: La seda, cuero, lentejuelas, tejidos y encajes, son ideales para utilizar en esta temporada y elevar tus outfits. Puedes combinar una pieza en alguna de estas texturas con otra que contraste o te haga sentir cómoda. Falda de seda más suéter tejido, jeans más una jacket de cuero, falda de encaje o lentejuelas acompañada de un blazer o abrigo. Para ellos, el tejido, el cuero y el terciopelo serán protagonistas.

• Colores: Los tonos en tendencia tienen la facilidad de combinar y son muy favorecedores para todos. El rojo es protagonista; el café o Mocca en una prenda como abrigo o botas, se vuelve muy elegante; el blanco transmite paz y armonía, el verde profundo es abundancia y renovación y el color negro es un infaltable que porta sofisticación y luto en recuerdo de aquellos que partieron. Combina un tono brillante con uno profundo; si eliges una prenda de color vibrante, combina con uno neutral; para un look menos complicado, pero que se vea elegante, elige una combinación monocromática.

Intenta salir de tu zona de confort, combina texturas y haz de una prenda básica, la protagonista del atuendo. Acompaña con buena actitud, disfruta de la armonía y el espíritu navideño. Recuerda que en los pequeños detalles está, el poder de tu imagen.


Carol Contreras

Coach de Imagen


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Características de la salud mental

Oswaldo Soto 20 Diciembre 2025 08:00
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¿Sabe usted detectar a quién le falta salud mental?

El doctor le pregunta a la abuelita: “¿Doña Sara, cómo se encuentra hoy?” Y ella responde: “Yo estoy muy bien, este cuerpo es el que anda bien amolado”. Por supuesto que es posible que la salud mental esté bien, aunque la salud corporal esté mal.

Un buen termómetro de la salud mental es la felicidad. ¿Qué tan feliz se siente usted con su vida? ¿Qué tanto bienestar experimenta? ¿A pesar de los problemas que enfrenta a diario, se siente contento? El bienestar subjetivo es una de las características principales de una persona mentalmente sana.

Otra más es el ánimo, el entusiasmo, que se caracteriza por una fortaleza emocional para ocuparse de sus necesidades y las de los suyos, del cuidado personal y de los suyos; incluso cuida a los demás, en una medida. Contrariamente, una persona que carece de salud mental se descuida y descuida a los demás.

Otra característica es el esfuerzo por percibir la realidad lo más real posible, una actitud que le hace estar atenta a que sus interpretaciones del mundo que le rodea sean lo más fieles posible y, a la luz de nuevos datos, ir ajustando. Saber que en algunas cosas puede tener injerencia y en otras no. La aceptación de la realidad también es una característica principal, realidad que puede ser agradable o desagradable. La aceptación le hace tener tolerancia a lo desagradable y gozo de lo agradable.

Otra característica más es la sociabilidad, esa capacidad de entablar una relación armoniosa con los demás, con esas personas que piensan, sienten y gustan diferente, aceptándolos tal y como son, sin intentar cambiarlos. Apartando momentos para estar en familia, entre amigos, en pareja, en soledad. 

También otra característica es la capacidad de resolución de conflictos, en este caso interpersonales, sabiendo que siempre hay desavenencias y malos entendidos. También saber alejarse de personas que le dañan.

Y una más es la resiliencia, que consiste en sobreponerse a incidentes que le desestabilizan, de ver las enfermedades, los accidentes, las pérdidas, las injurias, las violaciones a los derechos, como parte de la vida, que aunque se trate por todos los medios de evitar, algunas veces llega y entonces “toca afrontar”, sobrellevar y levantarse para continuar caminando. Incluso saber en qué momento pedir ayuda, porque lo que se está enfrentando desborda las capacidades personales.

Así es que trabajemos para fortalecer nuestras características de persona sana mentalmente. Mientras tanto, le dejo esta frase para que reflexione: “Para caminar feliz por la vida, no se trata de que no haya obstáculos, sino de saber sortear obstáculos”.


Oswaldo Soto

Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.


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Malestar social y salud mental

P. Orlando Pérez 20 Diciembre 2025 07:00
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El malestar social, incluso los conflictos entre los pueblos, en nuestro país, no solo tienen una causa histórica, puesto que alguien no hizo bien las cosas en algún momento de la historia, y en el presente ya se nace con esa rivalidad (Nahualá y Santa Catarina Ixtlahuacán), sino una causa intrínseca gestada por una mediocre salud mental. A las causas históricas se les suman los intereses de ciertos grupos con fines particulares, y ahí están las consecuencias: heridos, desaparecidos y muertos.

El malestar de unas cuantas personas repercute en todo un país. La carretera Interamericana fue bloqueada y muchos pagamos los platos rotos de un conflicto de décadas, que ni siquiera los involucrados saben a ciencia cierta qué hacer, para evitar más muertes.

Pero también hay conflictos entre grupos y familias. En los pueblos, por muy chicos que sean, nunca faltan los conflictos de intereses entre unos y otros. Normalmente comienzan con una visión clara de lo que quieren, pero en el camino se suman otros intereses que desvirtúan los objetivos originales. Esto suele pasar dentro de la iglesia y dentro de las parroquias. Los principios epistemológicos sobre los cuales se fundaron algunos grupos son éticos, e incluso religiosos. Pero la ambición les ha cegado la vista, y ahora son grupos religiosos con líneas de acción propias de una ONG cualquiera. Y esto se vuelve una competencia interparroquial. Cada uno compite según sus antojadizos intereses.

Y no digamos las familias. Es común que muchas familias se dividan por una repartición de herencias. Todos los hijos e hijas quieren la mejor parte de las muchas o pocas posesiones que tienen sus padres, y se molestan porque consideran injusta la repartición que a los padres les ha parecido bien. Se demandan y llegan hasta los tribunales.

El panorama descrito es un reflejo de cómo estamos los que formamos la sociedad. Son síntomas de la descomposición social y moral existente en el seno de los hogares. ¿Hasta cuándo seguiremos así? Hasta cuando los padres de familia se pongan la mano en la conciencia y caigan en la cuenta de que los síntomas que padece una sociedad son un reflejo del clima malsano que se vive en los hogares.

Soy creyente de que, si se mejora el ambiente en las familias, automáticamente se verán las mejorías en diferentes espacios de la sociedad. El problema es que muchos padres de familia padecen de ceguera y sordera, es decir, no ven el caos que ellos mismos han provocado en sus familias.

Por lo tanto, hay que hacer algo por la salud mental de los integrantes de las familias. Fuera extraordinario que las familias comenzaran un proceso terapéutico familiar. Un proceso terapéutico sistémico sería el comienzo de la sanación de los trastornos familiares. La dificultad radica en que, por lo general, los integrantes de una familia no aceptan que todos necesitan ayuda. Es mucho más fácil culpar al otro por los trastornos que padece. Es más fácil percibir los síntomas en un miembro de la familia que en todos. Pero si en realidad se quiere mejorar la salud mental de los miembros de una familia, es indispensable tener humildad.


P. Orlando Pérez

Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.


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Réquiem para una Nochebuena de un año cualquiera

Diciembre llega como un jinete a saldar cuentas sobre los suspiros que dejamos partir de nuestra alma.

José J. Guzmán 19 Diciembre 2025 11:52
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Una vez descubrimos el fuego y aprendimos a quemarnos. Dicen que el 99 por ciento de los incendios es prevenible, pero nadie nos advirtió que en ese 99 por ciento no aparecía nuestro nombre. Llega diciembre buscando fuego entre las cenizas de las horas, lo que queda de los días, lo que perdura de la noche. Y alguien reclama el tiempo en que estuvimos ausentes, buscando en otras formas de vaga existencia la vida que no quisimos vivir.

Diciembre llega como un jinete a saldar cuentas sobre los suspiros que dejamos partir de nuestra alma; a reclamar los besos y los abrazos que no nos atrevimos a sostener. Es entonces cuando la inoculación de la soledad entra en nuestras venas como una sustancia siempre desconocida, lenta, pero inexorable.

Alguien te dirá que seas feliz, que hoy es Nochebuena y que mañana es Navidad; que pronto será otro año y que pronto será primavera.

Mientras tanto, te limitarás a observar cómo cae la lluvia imprevista de Nochebuena sobre la ventana, preguntándote en qué momento todo cambió, y llegarás a la conclusión de que nunca ha parado de cambiar y que toda la poesía, aún es insuficiente, es lo único que nos queda para ponerle nombre a la ausencia.


José J. Guzmán

José J. Guzmán (Quetzaltenango, 1993). Licenciado en Comunicación Social. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Tiene un libro de poemas publicados: “La Escena Absoluta” (2012).


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OpiniónNavidad

Nuestro presupuesto de ingresos y egresos 2026. Parte IV, final

Arnoldo Soch Tzul 18 Diciembre 2025 07:00
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Resumiendo este somero análisis al presupuesto de Ingresos y Egresos 2026 del Estado, los contribuyentes aportaremos 126 mil 800 millones 287 mil 853 quetzales —78% del total de presupuesto—, hay un saldo no ejecutado del año 2025 de 5 mil 417 millones 094 mil 804 quetzales, además se recuperarán otros ingresos de 51 millones 209 mil quetzales, entonces, nuestra disponibilidad será de 132 mil 268 millones 591 mil 657 quetzales, es decir, casi, el 80%; pero, lo que necesitan o lo que pidieron los tres organismos del Estado —legislativo, judicial y ejecutivo— son 63 mil 469 millones 328 mil 657 quetzales, estimado lector, podrá darse cuenta, nos hace falta 31 mil 200 millones 737 mil quetzales, ¿qué hacemos?, la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del congreso ya aprobó el dictamen y los diputados ya aprobaron el presupuesto, es decir, ya está cocinado. Tenemos que pedir prestado el 20% del presupuesto.

Estamos ante un círculo vicioso, la de nunca acabar. Leamos más despacio, el Estado necesita prestar, en 2026, 31 mil 200 millones 737 mil quetzales, sin embargo, en el presupuesto de egresos, el Estado está indicando que pagará 21 mil 368 millones 706 mil 634 quetzales para abonar a la deuda histórica —capital e intereses y comisiones—. Les explico más a detalle el pago a la deuda pública: Lo que realmente se pagará al capital serán 3 mil 383 millones 944 mil 700 quetzales, y el pago a intereses y comisiones será de 17 mil 984 millones 761 mil 934 quetzales; en otras palabras, de un quetzal, se pagarán 16 centavos a capital y 84 centavos a intereses y comisiones. ¿Señores diputados de la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda, cómo es posible que, nuestro dinero se utilice para pagar más en intereses y comisiones que a amortizar al capital?

El dolor de cabeza no termina allí. Con bombos y platillos festejamos que, vamos a abonar a capital 3 mil 383 millones 944 mil 700 quetzales, pero, regresamos y entramos de nuevo al local del prestamista para pedirle 31 mil 200 millones 737 mil quetzales para darle sueldos, bonificaciones, combustible, viáticos, viajes, asesores a los funcionarios de los tres organismos del Estado, si no les damos esos gustitos, se enojan y no nos atienden bien. Estimado y honorable lector, ya se dio cuenta de que, nuestra deuda pública a finales del año 2026 aumentará 27 mil 816 millones 792 mil 300 quetzales. ¡Qué lamentable, qué manera de administrar —robar— nuestros impuestos!

Por eso insisto, lo reitero una y mil veces, usted y yo, debemos exigir el manejo y uso transparente, responsable y ético el dinero que reciben los CODEDES y COMUDES, porque, serán más de 10 millones más el saldo que no será ejecutado en 2025, lo que tendrán a la mano estas instituciones. Es inaudito, inaceptable y vergonzoso, en el presupuesto 2026, a los CODEDES y MUNICIPALIDADES les asignaron el 15% del presupuesto, mientras que, para pagar la deuda pública, —capital e intereses— se asignó el 20%.

La responsabilidad es compartida, lamentablemente hay poca ciudadanía y casi no la ejercemos, y cuando nos animamos a ejercerla, y, manifestamos nuestra indignación, el aparato perverso y corrupto del pacto de corruptos —MP, CSJ, CC— funcionan a la perfección y nos criminalizan, sin embargo, el futuro de nuestros hijos y nietos, está en nuestras manos y debemos defenderlo a cualquier precio.

Prefiero morir de pie que vivir de rodillas, no es una frase común, significa, vivir con dignidad, libertad y principios arraigados, enseñanzas de nuestros ancestros, en lugar de sobrevivir en sumisión, opresión, con la cabeza agachada ante la mirada del corrupto.

¡UNA NAVIDAD SIN PRESOS POLÍTICOS, LIBERTAD PARA LUIS, HÉCTOR, CHEPE, CAMPO Y CIENTOS DE EXILIADOS!


Arnoldo Soch Tzul

Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.


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Empatía durante las celebraciones de fin de año

Los profesionales de la salud instamos a que, en estos casos, se evite emitir comentarios negativos.

Crysta Nowell 18 Diciembre 2025 11:43
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Hoy, en Quetzaltenango, amanecimos con la triste noticia de una persona que se encontraba en el techo de la municipalidad, seguramente con intenciones de atentar contra su vida. Este hecho resulta sumamente preocupante; sin embargo, también lo es la falta de empatía que se percibió en los comentarios realizados por algunas personas en distintos espacios de las redes sociales.

Las fiestas de fin de año suelen asociarse con mensajes de felicidad, celebración, reuniones familiares, encuentros con amigos y vacaciones. No obstante, para muchas personas esta temporada despierta sentimientos de soledad, tristeza, angustia y una serie de emociones que se asocian con la depresión. Todos estos factores pueden provocar que quienes viven con estas sensaciones vean incrementados los pensamientos suicidas y, con ello, el riesgo de intentar atentar contra su vida.

Hablar de empatía en este contexto no es opcional. Es necesario comprender que estas personas requieren ayuda. Los casos de suicidio ocurren durante todo el año, pero lamentablemente aumentan en esta temporada a nivel mundial. La empatía, en este escenario, consiste en reconocer que no todas las personas viven las fiestas de la misma manera. La expectativa de que todo debe estar bien puede resultar abrumadora para quienes son emocionalmente vulnerables. Para las personas en riesgo, sentirse comprendidas y acompañadas puede ser un factor clave para evitar este tipo de situaciones.

Los profesionales de la salud instamos a que, en estos casos, se evite emitir comentarios negativos, ya que desconocemos si detrás de las redes sociales existen otras personas emocionalmente vulnerables que leen este tipo de mensajes, los cuales, por falta de empatía, pueden resultar dañinos.

Asimismo, recomendamos sonreír a las personas, abrazar a familiares, amigos y conocidos, ya que la depresión es silenciosa y resulta muy difícil detectar si quienes nos rodean están atravesando un conflicto tan serio como este. Acompañar sin intereses y practicar la empatía puede marcar la diferencia. Si usted está sufriendo depresión o conoce a alguien que presenta manifestaciones de esta condición, le exhortamos a buscar ayuda profesional para salir adelante y prevenir este tipo de eventos.


Crysta Nowell

Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.


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